Linea Fifí
En un país de economía abierta el sector empresarial juega un papel fundamental para el desarrollo del país, de la sociedad y del propio gobierno, sea de corte izquierdista o de derecha, pero si es de economía abierta, las luchas de clase o ideológicas pasan a segundo término.
Por ahora, el gobierno del presidente Andrés López Obrador no ha entendido que una cosa es la forma de pensar de quienes están en el gobierno y otra, la estructura macro y microeconómica que prevalece en el país, además de los tratados, el derecho internacional y demás regulaciones de las que México es parte.
En este momento, el país está entrando a un período de crisis económica de la mayor importancia, lo dijimos en este mismo espacio, no es consecuencia de un mal gobierno, pero si es responsabilidad del gobierno tomar las medidas adecuadas, en el entorno legal y económico, para evitar que la población sufra las consecuencias mayores.
A los mexicanos y a los gobernantes puede gustarnos o no el modelo económico del país, el que se ha venido construyendo en las últimas cuatro décadas, el llamado modelo neoliberal, ese que no le gusta al presidente de México, pero con el cual está obligado a lidiar, porque, si bien ha señalado que debe cambiar, no ha sido así, hasta ahora.
En este momento, en el que ya toca a la puerta la crisis económica mundial más grave que se haya visto en un siglo, o posiblemente más, el gobierno de López Obrador trata de prescindir de los grandes empresarios, pero asegura que los consorcios de Carlos Slim y de Germán Larrea, entre otros, apoyan su propuesta para hacer frente a lo que se viene.
Y no es por espantar, pero la unidad de los sectores productivos y económicos son la única fórmula que puede ayudar al país a salir adelante; sin embargo, el presidente ya dividió, ya formó al bando de los buenos y al de los malos, como lo ha hecho, desde el inicio de su administración, con el pueblo bueno y el pueblo malo.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) es el órgano empresarial más importante de este país y, si bien están con el gobierno, los que podrían considerarse los más ricos de México o del mundo, ninguno de ellos apostaría todas sus canicas a un solo modelo y así lo han demostrado, tanto con el apoyo a las candidaturas presidenciales, como en los asuntos económicos.
Cuatro mil líderes empresariales del CCE fueron convocados por su dirigente de sector Carlos Salazar Lomelín, quien anunció un plan alterno al del gobierno para salir delante de lo que será una gran crisis mundial.
Muchos de ellos, expresaron su inconformidad por los anuncios de AMLO en torno a la forma en que el gobierno piensa hacer frente a la situación, pero los empresarios dijeron no. No porque el plan está incompleto.
De no contar con el apoyo de los empresarios, ahora que apenas ha transcurrido una cuarta parte de la administración lópezobradorista, es impensable lo que sucederá si la brecha entre gobierno y empresarios se amplía, una vez que comiencen a trabajar los planes paralelos, quizás en algunos aspectos contradictorios.
El gobierno de López Obrador, está entrando en una situación de desafío, los empresarios pueden presionar y, en su caso, hasta dejar de pagar impuestos por voluntad propia, si se lo proponen.
No se trata de un asunto de prerrogativas, de dádivas, de extorsiones o de concesiones oscuras para los empresarios, se trata de respaldar y dar seguridad, certeza y condiciones al empresariado para que puedan mantener sus capitales, con la tranquilidad de que no les harán una jugada para arrebatarles, mediante una expropiación o una cancelación de proyecto, los recursos que son de ellos y no del gobierno.
El gobierno de López Obrador ha mostrado muchas tentaciones, incluso ha solicitado que las aportaciones de los trabajadores en la Consar, en sus inversiones para el retiro, sean usadas para obras gubernamentales.
Qué pueden esperar los empresarios de un gobierno con esas intenciones. Al ver que la propuesta presidencial no brinda las seguridades que ellos consideran mínimas, tomaron una decisión y ellos tienen muchos años en sus negocios, el presidente tiene año y medio en el poder.
¿A dónde va a parar el país?
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