En un enfrentamiento armado ocurrido el pasado 8 de junio en la zona entre Frontera Comalapa, Chiapas, y Huehuetenango, Guatemala, fue abatido Baldemar Calderón Carrillo, alias “Don Balde”. Identificado como uno de los principales generadores de violencia en el sur de México y fundador del Cártel de Chiapas y Guatemala, su muerte no sólo representa un golpe significativo a la estructura criminal que lideraba, sino que también ha generado fricciones diplomáticas entre ambos países.
Baldemar Calderón Carrillo, originario de Guatemala, era una figura clave en el crimen organizado de la región. Señalado como el fundador del Cártel de Chiapas y Guatemala, una organización que había crecido considerablemente en influencia en la frontera sur.
Mantenía una alianza estratégica con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que le permitía operar con mayor fuerza en las rutas del narcotráfico y el tráfico de armas entre México y Centroamérica.
Según informes, “Don Balde” era ampliamente conocido por financiar actividades ilícitas y se le atribuye la coordinación de actividades del grupo criminal en territorio guatemalteco, donde presuntamente reclutaba a exmilitares conocidos como kaibiles. El secretario de Seguridad del Pueblo, Óscar Aparicio Avendaño, confirmó su identidad y su rol como “jefe de plaza” que controlaba la zona y coordinaba operaciones desde Guatemala.
EL OPERATIVO Y MUERTE DE SU HIJO
El enfrentamiento armado en el que murió “Don Balde” ocurrió el 8 de junio y las autoridades mexicanas lo relacionan con el asesinato de cinco policías ocurrido el 2 de junio en Frontera Comalapa. “Don Balde” y su hijo, apodado “El Teniente”, eran señalados como los responsables intelectuales de esta emboscada, en la que los agentes fueron asesinados y calcinados dentro de su patrulla. Este hecho intensificó los operativos de las fuerzas de seguridad mexicanas en la zona.
En el operativo, además de “Don Balde”, otras tres personas fueron abatidas. Su hijo, “El Teniente”, también perdió la vida en el mismo enfrentamiento armado o en otro operativo policiaco durante el fin de semana. Durante la operación, las autoridades aseguraron cuatro camionetas (tres de ellas blindadas), tres rifles AK-47 y un fusil R-15 con aditamento lanzagranadas.
TENSIÓN DIPLOMÁTICA Y DISCULPA DE MÉXICO
La balacera en la que murieron Calderón Carrillo y su vástago ocurrió parcialmente dentro del territorio guatemalteco, lo que provocó un fuerte malestar por parte de las autoridades del país centroamericano. El gobierno guatemalteco inició una revisión del caso debido a la presunta incursión armada sin autorización, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala (MINEX) expresó su protesta públicamente.
Ante esta situación, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió ayer una disculpa formal al gobierno de Guatemala a través de una nota diplomática publicada en la red social X.
En dicha nota, el gobierno mexicano reconoció los hechos del 8 de junio y reiteró su respeto a la soberanía territorial guatemalteca, además de comprometerse a fortalecer la cooperación en seguridad fronteriza. La Fiscalía de Chiapas ha abierto una carpeta de investigación sobre la incursión de elementos mexicanos en territorio guatemalteco, y la Secretaría de Seguridad Federal también fue notificada. La jefa de gobierno electa, Claudia Sheinbaum, ha exigido sanciones a los policías involucrados.
