En dosis excesivas, y fuera del control hospitalario, suministrar Midazolam en pacientes terminales como la empresaria SRS, es una irresponsabilidad. Son tres las razones principales que demuestran la negligencia del médico gastroenterólogo Ulises González Hernández, médico que presuntamente, vio morir a la empresaria SRS, después de sobremedicarla.
La principal falla del médico gastroenterólogo fue no confirmar los diagnósticos emitidos por el médico oncólogo de SRS, su médico de cabecera.
En su testimonio el doctor afirma que se enteró en el año 2008 que la señorita SRS se encontraba en la Ciudad de México para tratarse de un presunto cáncer de colon que padecía. Agrega que el 25 de noviembre la familia lo comunicó con el oncólogo tratante “de quien no recuerdo su nombre en este momento”, afirmó.
Aparentemente el oncólogo se comunicó con el doctor Ulises González, luego que la familia le informó del cáncer avanzado, diagnosticado en la Ciudad de México a SRS. Sin embargo, la memoria del médico Ulises no es tan eficaz, recuerda los medicamentos suministrados y las dosis, pero no, el nombre del oncólogo con quien parece haber hablado.