Crecen adeudos de consumidores
Ocho de cada 10 mexicanos no aplican conceptos financieros básicos en la vida cotidiana, pero hacerlo desde el día uno implica muchas ganancias, dice Edgar Schwartz, director general de Solventium, reparadora de crédito mexicana.
“Aunque algunas veces tomamos grandes decisiones que nos afectan por el resto de nuestras vidas, en general no le aplicamos ideas financieras como cuando decidimos con quién pasaremos el resto de nuestra vida”, menciona el directivo.
Por ejemplo, el comprar una casa de vacaciones crea una fuente de inflexibilidad, ya que tenemos que vacacionar allí todos los años. Sin embargo, desdeñamos conceptos como la flexibilidad financiera, ejemplifica Schwartz.
El representante de Solventium menciona que actuamos disociados del impacto financiero que generaremos. No indagamos, por ejemplo, ¿Cuál es el costo de la firma del contrato? en algún contrato de prestación de servicios, arrendamiento de un inmueble u otros acontecimientos en el día a día.
“Si nuestra formación no es económico financiera, no resulta extraño disociarnos de tales conceptos en nuestra toma de decisiones del día a día, lo inusual es que tampoco las consideremos en actividades directamente involucradas con nuestras finanzas, como la deuda de la tarjeta de crédito, cuánto ahorramos o incluso los gastos de la casa. ¿Hacemos uso de vehículos con ventajas fiscales?, ¿Sabemos que podemos hacer deducible? ¿Llevamos un control básico de ingresos y egresos en casa? La educación financiera básica también puede ayudar con las decisiones de ahorro en todos los aspectos e incrementar nuestro plan para la jubilación, refiere Schwartz.
Considerar criterios financieros no implica que éstos rijan integralmente nuestra vida, pero si nos permitirán razonar opciones, tener un claro panorama de lo necesario, viable y valido. De hecho “cualquier gran decisión puede beneficiarse al tener una noción financiera”, sostuvo el directivo.
Ejemplificó: Las finanzas nos dicen a un nivel muy básico que tenemos que pensar en el riesgo, entenderlo y considerar cómo podríamos lidiar con él. Esencialmente dice que no se puede simplemente mirar el resultado más probable o lo que pensamos mejor y tomar decisiones sobre esa base. Tienen que considerarse las probabilidades, las verdaderas posibilidades, por remotas que sean, y analizar las implicaciones que se tendrán en cada una de ellas.
En cambio, por ejemplo, algunas personas ponen todo su dinero en una sola acción, y esto en conceptos muy básicos quizá no sea una buena idea. Coloquialmente este concepto implica: “no poner todos los huevos en la misma canasta”, refiere el representante de Solventium.
Otra las enseñanzas generadas a través de la alfabetización financiera, por ejemplo, es que “el camino esencial hacia la seguridad financiera es posponer el gasto innecesario. Eso tiene mucho sentido, pero en general tenemos problemas con eso, menciona el directivo.
Incluso, la mayoría de las personas en México ignora el postergar gastos innecesarios y luego se arrepienten. Estamos inmersos en una cultura de consumismo y banalidad. “Tratamos de impresionar a la gente con nuestra riqueza y poder que en ocasiones no poseemos, o creemos que la línea de crédito es ello, entonces despilfarramos dinero, mostramos nuestras posesiones…Pero eso viene a expensas de nuestra comodidad y tranquilidad futuras”, aseguró el directivo.
Asimismo, mencionó que incluso quienes ganan altas sumas de dinero no pueden llegar a fin de mes porque gastan demasiado. “En México el promedio en el que rebasamos nuestros presupuestos reales es del 33%”, dijo Schwartz.
Una lección adicional de los conceptos financieros que podemos aplicar en la vida diaria es éste: los precios dan información. Así si se encuentra una oferta increíble es eso: increíble, pero realmente tenemos que entender el flujo de nuestras finanzas personales, nuestras posibilidades y necesidades reales, finalizó el director de Solventium.